Pensar globalmente, actuar localmente
El Colegio José Antonio Encinas del distrito de Magdalena del Mar, en Lima, Perú, tiene unos 250 alumnos, que van desde el nivel inicial (5 años) hasta el secundario (16 años). Su lema es «aprender a aprender, aprender a convivir en democracia». En 2013, cuando la escuela empezó a integrar los derechos humanos en su enfoque pedagógico, los estudiantes pudieron identificar, analizar y resolver, a través de la lente de los derechos humanos, diversas situaciones que enfrentaban.
Lo que empezó siendo un proyecto de los alumnos del Grupo 8 con su profesora, Helga Bazán, finalmente se convirtió en una idea que acogió el colegio entero. El proyecto «Amigos de los Derechos Humanos» alentó a los alumnos a pensar en estos derechos en contextos cotidianos, a participar en talleres interactivos y a investigar por sí mismos.
«Todo el proyecto fue impulsado por los estudiantes. Y por eso cada tema fue relevante para ellos… Hoy, ven su realidad con la óptica de los derechos humanos y pueden acercar a su experiencia personal ciertos problemas globales que antes parecían lejanos. Por ejemplo, cuando estudiaron la tortura, vieron semejanzas con el acoso escolar. Esta conexión les permitió entender la importancia de no lastimar a otros y de tratar a los demás con respeto».
Helga Bazán, profesora del Colegio José Antonio Encinas
AMIGOS DE LOS DERECHOS HUMANOS: ¡EN ACCIÓN!
Los estudiantes elegían temas y noticias globales que eran de su interés e investigaban de qué manera se relacionaban con los derechos humanos. Exponían sus hallazgos y reflexiones a sus compañeros de clase en grupos de estudio y en el aprendizaje horizontal entre pares. También diseñaron talleres abiertos a la comunidad extendida para hablar de estas cuestiones.
El proyecto permitió a los alumnos entender el concepto de los derechos humanos y ver de qué forma los problemas globales se relacionaban con su vida diaria. Además, incrementaron su capacidad de ponerse en acción y organizar campañas por los derechos humanos; primero, en la escuela y, luego, en la sociedad.
EDUCACIÓN CONTINUA
Hoy, los estudiantes de la Escuela José Antonio Encinas siguen participando de la educación en derechos humanos, como líderes e impulsores. Utilizan la perspectiva de estos derechos para identificar y analizar situaciones que enfrentan dentro de la escuela, en su familia y en la comunidad, y buscar soluciones prácticas.
FIESTA
DEL PERÚ
Los estudiantes de la Escuela José Antonio Encinas organizan, cada mes de julio, una campaña llamada «Fiesta del Perú» que involucra a toda la escuela. El festejo se celebra en un parque o plaza pública, y se invita a participar abiertamente a la comunidad.
Desde que se llevó a cabo el primer taller de derechos humanos, en 2013, la Fiesta del Perú se ha centrado cada año en un aspecto particular de estos derechos, que cobran vida a través de escenificaciones, juegos y concursos, proyectos de arte, debates, mesas redondas y otras actividades de sensibilización.
2014
«Así no es, no te acostumbres»
Los estudiantes identificaron conductas ampliamente aceptadas que, sin embargo, representaban violaciones a los derechos humanos, como el castigo físico a los niños, la violencia contra las mujeres (el acoso sexual en la vía pública) y la corrupción. Los alumnos dramatizaron escenas y luego invitaron a entablar un diálogo sobre las situaciones representadas.
2015
«La calle es nuestra»
Crear conciencia a través del arte
Se llevó a cabo un aprendizaje de los derechos humanos por medio del arte y del diálogo con los artistas: «Somos espectadores del arte, reflexionamos críticamente sobre la calidad y variedad de lo que se nos ofrece, debatimos sobre el acceso a la expresión artística, tanto como creadores o como destinatarios, e investigamos el marco jurídico que fomenta el ejercicio de nuestro derecho a participar como ciudadanos en la vida cultural de la comunidad».
2016
«Los ojos de la comunidad»
Observatorio civil y seguimiento comunitario
Los estudiantes monitorizaron el estado de los derechos humanos y la corrupción por medio de un observatorio civil, y efectuaron un seguimiento en el ámbito comunitario. La actividad coincidió con las elecciones presidenciales y legislativas del Perú y dio lugar a una interacción constructiva con las autoridades gubernamentales.
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